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OIOS I ÁNIMA HVELGO de los cristianos del mundo:
Ues aquí, cristianos del mundo, unos llorarán, otros se rreyrá, otros maldirá, otros encomendarme a Dios, otros de puro enojo se deshará, otros querrá tener en las manos este libro y corónica para enfrenar su ánima y consencia y corasón y bibirá en la ley de Dios de los dies mandamientos y del santo
euangelio y de todo lo que manda la santa madre yglecia de Roma, el santícimo padre papa de nuestra santa fe católica y de todo lo que manda su Magestad.
A de sauer que ay un solo Dios y rrey y su justicia y los soberbiosos como
Luzefer serán castigados en este mundo, ya que no en el otro mundo con el
castigo de Dios. Y ací, cristianos, temet a Dios y sed umilde a Dios y a su
justicia y al rrey y a buestros señores y los egleciásticos, a buestros perlados.
Aunque el perlado uenga como cordero manso, bosotros le hazés brabos
y buscáys a que os castigue. Y ci no a buestros perlados, le castigará Dios
por buestra culpa.
Y ací os rruego que os enfrenéys y ueáys cada uno de lo que soys. Ci soys
cauallero o Hidalgo, pareserés muy bien. Y ci soys pichero o judío o moro,
mestizo, molato como Dios te crió, nos hagáys de fuerza cauallero el cacique
principal de linage a yndio pichero, nos hagáys señor, cino cada uno parese su
natural como Dios le crió y mandó en el mundo.
Y ací esta Corónica es para todo el mundo y cristiandad; hasta los ynfieles
se deue uello para la dicha buena justicia y pulicía y ley del mundo.