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BVEN GOBIERNO
Don Francisco de Toledo, mayordomo de su Magestad, el quarto bizorrey
deste rreyno, trajo su título y rrecaudo, mayordomo de su Magestad y becitador general y rreducidor y poblador destos rreynos deste Pirú. Y entró a la
ciudad de los rrey de Lima adonde fue muy bien rreciuida.
Dallí salió hacia la ciudad de Guamanga al Cuzco, adonde hizo rreducir y
poblar a los yndios1, algunos en buena parte, algunos en mala parte, como
la suerte cayó.
Y por ello se desbarataron los yndios de su querencia por tener las sementeras muy lejos 2 y tienen los yndios.
Cómo le rrecibieron en la ciudad de Guamanga y dallí se fue hacia la ciudad del Cuzco y llegó a Bilcas Guaman y subió al aciento y gradas, usno del
Ynga, y ancí fue rreciuida como el mismo Ynga todos los señores prencipales.
Y mandó subir al más biejo y principal al usno, a don Alonso Naccha
Uarcaya del pueblo de San Pedro de Queca de la prouincia de los Lucanas,
Andamarcas, Soras.
Y ací se fue a la ciudad del Cuzco, y en el Cuzco se ensayó y hizo soldados
para la ciudad de Bilcapampa. Se armaron contra Topa Amaro Ynga y de sus
capitanes Curi Paucar, Mana Cutana. Para ensayarse, subió en su haca rrijosa
en la plasa del hospital del Cuzco con los soldados y capitanes y lo puso muy
hordenado y muchas armas y arcabuses3. Y estaua hecha una montaña con
muchos micos y monos y uacamayas [papagayo grande]
a y papagayos y otros
páxaros y leones y sorras y uenados, y dentro la montaña, muchos yndios con
sus hondas y lansas y guaylla quipa [trompeta]
b, antara [flauta de Pan]
c, un
Ynga postizo en sus andas tirando contra don Francisco de Toledo.
Dieron batalla con el Ynga y lo prende al dicho Ynga, desbaratando a los
yndios. Y fue hordenación y semesanja que fue hecha para la batalla.
Y no fue nada ni se defendio; antes se huyó el dicho Ynga por ser muchacho y no sauer nada. Y le prendió junto al rrío solo, cin yndios.
/ usnu / wakamayu / waylla qhipa / antara /
a GH, p. 614 | b de caracol, GH, p. 192 | c GH, p. 28
Hubo “reducciones” antes del gobierno de Toledo, pero fue durante su virreinato (1569-1581) que estas deportaciones en masa se hicieron frecuentes. La gente perdía acceso tanto a sus múltiples sementeras y pastos, lugares de pesca y recolección como a sus santuarios. Véase Málaga Medina, 1974 [Bib].
La “querencia por tener las sementeras muy lejos” refleja la “complementariedad vertical” que regía el asentamiento de los grupos étnicos andinos. Aunque el núcleo de poder y población se ubicaba en las alturas, el grupo controlaba también asentamientos distantes de 3 a 10 días de camino, donde sus parientes cultivaban, apacentaban o pescaban, según el sitio. Véase Murra, 1975 [Bib], artículo 3.
Porras Barrenechea, 1948 [Bib], p. 26, opina que estos detalles tienen su origen en los recuerdos personales o familiares del cronista.