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P[adres]
Cómo los dichos padres y curas de las dichas dotrinas a los yndios tributarios
le llama “don Juan”, “don Pedro” o pónese a comer y conuersar con ellos porque ande al trato o porque están amansebados con sus hijas o ermanas. Y
menosprecia y lo echa y destierra a los señores prencipales de título. Y ací ay
muchos “don” y “doña” de yndio bajo mitayo. ¡Que buen don Juan Mundo-al-rreués conbida al borracho! Tanbién será otro borracho él como ellos, deshonrra de su mesa del padre en este rreyno.
Que los dichos padres y curas, por la causa de los tantos capítulos y daños, tenga título de padre ynteren[o] de un año dotrinante ci es bueno y ci
no, que no [e]sté un día. Y sea hombre de edad de cinqüenta años para arriua
porque cosas de niño y moso no puede ser bueno en el mundo ni se puede
susfrir; haze desparates que no se puede auiriguarse.
Y ancí son prouados y desaminados de la letra como de la humildad y caridad, amor y temor de Dios y de la justicia, de la lengua quechiua, aymara de
los yndios para enseñalle y confesalle y declaralle el euangelio, sermón.
Sea desaminado por los rrebrendos padres de la Conpañía de Jesús, y el
segundo, por los flayres franciscanos; el terzero, por los hermitaños de su
umildad que son santícimos padres; el quarto, por los de Santo Domingo
que son grandícimos letrados y predicadores en el mundo1. De los dichos lo
lleue a su señoría y al señor bizorrey para que le dé la dotrina ynteren[o],
dando fiansa abonado. Con ello se le quitará la soberbia, obedeserá a su
señoría.
Que los dichos padres que en tienpo de la conquista en una prouincia tenía
sólo un padre a cargo de la dotrina y, antes que ubiese padre, tenía un español
pobre de dotrinalle en cada prouincia deste rreyno. Y a este dotrinante le
llamaua uiczarayco.
Este dicho uiczarayco le enseñó a los yndios la dotrina de rromanse. Decía:
“Por la señal de la sancta crus de nuestros enemigos líbranos, señor, Dios
nuestro, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Sancto. Amén. Jesús. Padre nuestro. Dios te salue María.”
Luego entrando el dicho saserdote, le enseñó en latín: “Per cicnun cruses
de yenimises noster, liberamos, deus noster y nomini patris et filie et espiritu
ysante. Amen. Jesus. Pater noster, Abe Maria, gracia plena.”
a
Acauado todas las oraciones, luego le caticismaua, deziendo ací en lengua
/ mitayu / wiksarayku /
a
Per signum crucis de inimiciis nostris, libera nos, Deus noster! In nomine Patris, et
Filii, et Spiritus Sancti, Amen. Jesus. Pater noster. Ave Maria, gratia plena!
Estos predicadores y letrados incluirían a Bartolomé de las Casas y Domingo de Santo Tomás; véase Adorno, 1978b [Bib].