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SENTENCIAS

Sentenciado estos dos caualleros cristianos corregidores, deziendo que el rrey, descargando su rreal consencia, le abía enbiado a hazer justicia, no a rroballe ni a ponelle en trauajos y a honrrar a los buenos y castigar a los malos, faboreser a los pobres y dalle ánimo a los prencipales para que faboresca a sus bazallos y hazer limosna y caridad, amor a las biudas y güérfanos y preciguidos.

Ayudalles como lo manda Dios en su mandamiento y [e]uangelio, como lo declara los sanctos profectas o cierbos de Jesucristo, capitán de Dios y de su Magestad, como as sentenciado en los capítulos. Éstos auía de ser corregidores toda la bida. Con las buenas obras son propetarios y con ello dan la sentencia en los capítulos contenidos deste rreyno.

Y ancí el corregidor no a de tener hijo ni muger y a de ser desta edad de sesenta años para el buen gobierno de justicia de corregimientos o ser jues o escriuano deste rreyno, para que se confíe su Magestad en todo este rreyno y buena sentencia jusgada.

Sentenció el padre Juan Lopes de Quintanilla¹, jues y becitador general de la santa madre yglecia de la juridición, sede bacante y cabildo de la santa yglecia de la ciudad del Cuzco. Este cristianícimo comisario fue becitando y no lleuaua tronera ni aparato ni gente, cino sólo a su notario y su fiscal. Y no lleuaua cohechos, en partes llegaua que no les daua rrecaudo y sufría y callaua y bolbía por los pobres yndios muy mucho. Antes daua limosna y caridad, amor.

Éste mandó pregonar en los pueblo que no uenía a becitar a los yndios, cino a las iglecias, ornamentos y casa del padre y al mismo padre, ci hacía daño y rrobo y mal a los pobres yndios, yndias, que a eso enbiaua Dios y el papa y rrey como patrón de la santa yglecia. Y ací no tengáy[s] miedo los pobres.

Y ací un padre soberbioso de puro uellaco, ¡o mal cristiano enubedente de Dios y de la santa madre yglecia de Roma!, se ausentó y

¹ Véase GP, pp. 695-696.