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[←] EDAD DE INDIOS
ganado de la tierra y de papas y chuño [conserva de papas], quinua y ocas
y de mucho multiplico de yndios y pobre de mays y de frutas. Y son grandotes, floxos, bestias torpes y por eso se llamauan poquis colla [qulla
imbécil], mapa colla [qulla sucio]; desde los Yngas fueron grandes floxos y lerdos
estos dichos yndios de Colla Suyos.
Prólogo de los letores yndios llamado Auca Pacha Runa, el quarto edad:
Aunque tubo la ley de sus antepazados de llamar y conoser a Dios de los
altos y de zeros, como esta dicha gente se despoblaron de sus pueblos y se
fueron a poblarse a lo alto serros y peñas y [e]deficaron fortalezas por la
gran guerra que ellos tubieron. Y por eso les llamaron Auca Runa: cómo
se matauan y acauáuanse y se quitauan a sus mugeres y hijos y se cautiuauan
unos y con otros por la mucha batalla un rrey y con otro rrey. Con todo eso
no dexauan de adorar a Dios del cielo y guardauan el mandamiento que tenían
y las buenas obras de misericordia y para auer de yr a la bata[lla] primero
hazían oración, pidiendo uitoria todos ellos a gran bos alta, deziendo como
los profetas: “¿Hasta quándo, señor, clamaré y no me oyrás y daré bozes y no
me rresponderás; sues [sic] señor ciego, no me uerás. ¡Ayúdame, señor padre!”
”Hayca pachacama, capac apo, señor, caparimosac? Mana oyariuanquicho,
cayariptipas, manatac hay hiuanquicho, apo Dios. Nauzacho canqui? Manacho
cauariuanquiman? Yanapauay, apo, yaya Dios.”a
Todo el rreyno adorauan a Dios con corazón y palabra, aunque fueron
rrica gente de oro, plata, bestidos y ganados. Con todo eso adoraron a Dios
y tubieron fiestas ellos.
Fin del Auca Runa y entra los Yngas poco a poco.
/ ch'uñu / kinuwa / uqa / puqis qulla / map'a qulla / Awqa Pacha Runa / Awqa Runa / Hayk'a pachakama, qhapaq apu, señor qhaparimusaq? Mana uyariwankichu, qhapariptyipas, manataq hay niwankichu apu Dios. Ñawsachu kanki? Manachu qhawariwankiman?
Yanapaway, apu, yaya Dios /
a ¿Hasta cuántas veces, señor, señor poderoso, voy a llamar hacia ti? No me oyes a
pesar de que te llamo, ni te diriges hacia mí, señor Dios. ¿Acaso eres ciego? ¿No te
dignarías mirarme? ¡Ayúdame, señor, Dios padre!