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TERZERA VECITA: En esta calle de la terzera llamado punoc paya, biejas que entiende sólo dormir y comer, de edad de ochenta años:
Las que pueden an de seruir de portera y aconpañamiento y algunas que
pueden an de texer costales y hilar cosa gruesa lo que pueden y de guardar
conejos y criar patos y criar perros y mirar las casas y ayudar a criar a los
niños.
* Estas dichas biejas que fueron llamadas punoc paya [vieja dormilona], a
estas dichas biejas cada señora grande tenía dos o tres de ellas y las mayores
tenía dies y beynte biejas para mandar su casa y guardar donsellas y las
mejores le oqupaua en la despensa y camarera y portera y de castigar a
las niñas de casa.
Con todo eso éstas y otras tenían sus sementeras que hacía minga [prestación de trabajo] que le ayudauan a beneficialle. Y ací no tenían nesecidad
de limosna las dichas biejas y güérfanos1 que no pudían; antes las dichas
biejas dauan de comer y criauan a los niños güérfanos en la ley de cristianos.
No ay quien haga otro tanto por las mosas y mosos y biejas que aún pueden trauajar. Por no auajar el lomo, se hazen pobres; mientras pobre, tiene
fantacía y se haze señor. Y no lo ciendo, de pichero se hase señora, doña y ací
es mundo al rreués2.
Y ací que se tenía mucha caridad con estas dichas biejas enfermas en
estos rreynos.
/ puñuq paya / mink'a /
El término andino para los débiles, huérfanos o viudas era waqcha. Éstos tenían sus tierras y las cultivaban sus deudos y vecinos y “ací no tenían nesecidad de limosna”.
“Mundo al rreués”: Véase GP, p. 411 y nota 2 para las otras instancias de su uso de este topos literario europeo.