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CONQVISTA
De cómo auía pronunciado un auto y sentencia don Francisco Pizarro a cortalle la cauesa a Atagualpa Ynga. No quizo firmar don Diego de Almagro ni
los demás la dicha sentencia porque le daua toda la rriquiesa de oro y plata
y lo sentenció. Todos dixeron que lo despachase al enperador preso para que
allá rrestituyese toda la rriquiesa deste rreyno.
Atagualpa Ynga fue degollad[o] y sentenciado y le mandó cortar la cauesa
don Francisco Pizarro. Y le notifica con una lengua yndio Felipe, natural de
Guanca Bilca. Este dicho lengua le enformó mal a don Francisco Pizarro y
los demás. No le gustó la dicha sentencia, y no le dio a entender la justicia
que pedía y merced Atagualpa Ynga, por tener ennamorado de la coya
[reina], muger
lexítima.
Y ací fue causa que le matasen y le cortasen la cauesa a Atagualpa Ynga
y murió mártir cristianícimamente; en la ciudad de Caxamarca acabó su uida.
Cómo uino por mandado de don Francisco Pizarro y don Diego de Almagro y de sus generales dos españoles a prender los cuerpos de los dichos
capitanes Chalco Chima, Quis Quis y lo prendió y hizo justicia en Xauxa. Les
colgó de unos palos y murió Chalco Chima y los demás capitanes se huyeron:
Quis Quis, Quizo Yupanqui y Rumi Naui, Aua Panti, Uanca Auqui, Colla Tupa.
De cómo toda las rriquiesas que tenía escondido lo descubrió, oro y plata,
joyas y piedras preciosas, le enbió al enperador y rrey católico de España. Le
enbió don Francisco Pizarro y don Diego de Almagro y los demás soldados
toda la rriquesa y uaca y del sol todo quanto pudieron coxer. Y enbiaron cada
uno de ellos a sus casas y a sus mugeres y hijos y parientes deste rreyno y
de Castilla. Con la cudicia se enbarcaron muy muchos saserdotes y españoles
y señoras, mercaderes para el Pirú. Todo fue Pirú y más Pirú, Yndias y más
Yndias, oro y plata, oro, plata, deste rreyno.
De cómo por la rriguiesa [sic] enbió el enperador gouernadores y oydores, pricidentes y obispos y saserdotes y flayres y españoles y señoras: Toda era
dezir Pirú y más Pirú. De los ciento y sesenta españoles y un negro congo,
aumentó mucha gente de españoles y mercaderes y rrescatadores y mercachifles y muchos morenos. Agora multiplica, mucho más que yndio, mestizos,
hijo de saserdotes. Oro y plata en el Pirú.
Ues aquí cómo le echa a perder al enperador con la soberbia, cómo pudo
sentenciar un cauallero a su rrey1. Y ci no le matara, toda la rriquiesa fuera
del enperador, y si descubriera toda las minas.
/ quya / waqa /
Guaman Poma anuncia aquí la captura y ejecución de Atahualpa Inka por Pizarro. Como los cronistas europeos, nuestro autor emplea la retórica del pecado para explicar hechos históricos, pero, a diferencia de ellos, lo hace con frecuencia y en referencias muy específicas. Es la “soberbia” de determinados individuos (la de Francisco Pizarro en ejecutar a Atahualpa, la de Toledo en hacer matar a Tupac Amaru) la que explica los acontecimientos de la conquista. Para otros ejemplos, véanse pp. 372, 374, 376, 413, 451-454.