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CONQVISTA
El pricidente dotor Pedro de la Casca le hizo huyr a Gonzalo Pizarro1.
Y [Gonzalo Pizarro] tornó al Cuzco con quatrocientos soldados. Yua haziendo más gente y maltratando a los yndios2.
Y ancí este dicho dotor de la Casca, pricidente, exército que hizo. Y tornó
otra armada al pricidente. El mariscal Aluarado fue declarado por maystre
de canpo, el dotor [Benito] Caruajal alferes general, don Pedro de Uillauisencio sargento mayor, capitanes de a cauallo el capitán Luys de Áualos de Ayala,
don Pedro de Cabrera, Gomes de Aluarado, Juan de Sayauedra, Diego de
Mora, Alonso de Mendoza y otros capitanes de enfantería don Baltazar de Castilla, Fernán Megía de Gusmán, Francisco Mosquera, Gomes de Solís y otros
capitanes de la artellería Gabriel de Roxas3.
Para estar serca de la persona del pricidente, nombraron al arzoobispo
de la ciudad de los rreys y al obispo del Cuzco y de Quito y a fray Tomás de
San Martín, probincial de Sancto Domingo, y [al provincial] de la horde[n]
de Nuestra Señora de las Mercedes y guardián de San Francisco, y otros muchos rreligiosos.
Luego el pricidente mandó hazer última rreciña donde halló setecientos
arcabuseros, quinientos piqueros y quatrocientos de a cauallo, que en el ualle
en la qüenta que se hizo de los capitanes y soldados llegaron en Xauxa mil
y quinientos hombres.
Y ancí a los dichos sus contrarios enemigos Gonzalo Pizarro le seguieron.
Guaman Poma narra aquí cómo el presidente juntó su ejército en el valle de Xauxa, según Zárate [Bib], lib. VII, cap. iv.
La mención del maltrato de los naturales no aparece en Zárate; es una contribución propia de Guaman Poma.
Este párrafo sigue la versión de Zárate [Bib], lib. VII, cap. iv: la organización de las fuerzas del presidente en el valle de Xauxa. A pesar de que el nombre de Luís de Ávalos no aparece en la fuente, Porras dice que Ávalos de Ayala vino al Perú con la Gasca y que asistió al lado del presidente a la batalla de Xaquixaguana en la que fue derrotado Gonzalo Pizarro (Porras Barrenechea, 1948 [Bib]: p. 14). Lo que Guaman Poma narra aquí es precisamente la preparación para ese encuentro, no la batalla de Huarina Pampa, como suponía Porras.