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SENTENCIAS
de Oropesa de Guanca Bilca, minas de azogue. Este cauallero minero fue
mestizo, hijo de Juan de la Uega, cristiano biejo, gran caritatibo, seruidor de
Dios y de su Magestad. Y dio y le prestó a su Magestad. Y éste no quería que
fuese los caciques prencipales yndios castigado ni colgado de los pies ni
afr[e]ntado, ni consentía que le quitasen sus tareas y jornales.
Y de su casa le daua de ueuer y comer cin costa. Y ancí Dios le dio muy
mucha hazienda. Y no gustaua que los mayordomos le diese a los yndios de
los cirues; él propio con amor y caridad y con buenas palabras le daua ánimo,
para que trauajasen los yndios en las dichas minas.
Alagaua y lo defendía de los malos cristianos y del corregidor a sus yndios
en la rrepartición de los yndios en el almasén rreal. En deziendo “Juan García”, todos querían ser sus yndios. Saltauan todos, aunque lo echauan de los
cauellos. Se muría y salía de fuerza a lo de Juan García. En deciendo “Sotomayor” y “Contrerias”1, todos se huýan y se escondían y se hacían muertos
por no salir a ellos.
Ues aquí, cristiano, mineros como Juan García de la Uega, os tiene sentenciado con su amor y caridad y seruicio de Dios y de su Magestad y fabor de
los pobres. Y sentenció en los capítulos para exemplo, seruicio de Dios y de su
Magestad y bien de los pobres yndios en todas las dichas minas deste rreyno,
ací de oro como de plata y azogue. Sentenció, acabó, fechó.
Sentenció el Pero Sanches, natural de Ualladulid de España, hombre pobre,
cristiano biejo, caminando por los tanbos [mesón] deste rreyno. Éste sentenció con su umildad y mansedumbre, caridad, amor de Dios y de próximo. Ya
nno [sic] pedía mitayo ni rrecaudo alguno. Conprando de comer, primero
pagaua a los yndios en sus manos, entonses lo rreciuía la comida. Y con todo
eso decía “Sea por amor de Dios”. Llamaua a los yndios “ermanos míos, hijos de Adán”.
Una ues sucidió que no halló a nengún yndio mitayo. Dio gracias a Dios y
no les fue a buscalle a sus casas ni consentía que se cargase a los yndios. Y
llamaua a bozes, decía: “Cristianos, uení a dar rrecaudo por amor de Dios.”
Mira, cristiano, que tan buena
/ tanpu / mitayu /
Juan de Sotomayor era uno de los mineros principales de Huancavelica y compañero de Pedro de Contreras, minero y vecino de Oropesa de Huancavelica, en comprar las minas a Cabrera (Jiménez de la Espada [1586], 1965 [Bib], t. I: pp 197-198).