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[←] RESPONDE EL AVTOR
Sacra Católica Real Magestad: A de sauer vuestra Magestad que los yndios
de las minas de azogue an de descansar un año y las minas no a de descansar. Seruirá a vuestra Magestad.
“Pues dime, autor, ¿cómo a de descansar los yndios y las minas a de trauajar?”
Digo a vuestra Magestad que los yndios que ciruen en las plasas de las
ciudades se truequen, entren estos yndios un año y los otros entren a la plasa
como quien descansa de las minas. Porque no tiene peligro los de la plasa. Y
ací entren ellos a las dichas minas y trauajarán. Y digo más a vuestra Magestad: Que quien lo pierde todo sus bazallos yndios, lo pierde todo.
“Pues declárame, autor, de esa declaración que decís.”
Digo a vuestra Magestad que de los yndios tiene rrenta vuestra Magestad.
Y yo soy príncipe. Soy por ellos y se se acaua quedará la tierra yermo y solitario la tierra. Y ací vuestra Magestad deue mandar con expresa pena que no
maltrate a los prencipales ni a los yndios y que los yndios muchachos hasta
llegar de más de ueynte años su edad que no entren a ningún socabón de las
minas de azogue y de plata, oro ni al fundir y al horno de azogue porque como
son tierna edad y muchacho, luego le da asogado. Y no ay sanar y muere y
acaua los yndios.
“Dime, autor, para el rremedio desto.”
A de sauer vuestra Magestad que entre al socabón los yndios hechos y
derechos y fuertes que sepan guardarse. Y este yndio a de estar, como dicho
tengo, un día y no pase más. Luego entre otro yndio y ancí no tomarán el mal
y no se murirá.
Y para esto conbiene que todos los yndios que fuere a seruir a las minas
que un mes sea libre de los seruicios personales y que se encomienden a Dios
y a la Santa María y a todos los santos y santas ángeles. Y se huelguen, canten
sus canciones y taquies [danza] con sus mugeres y hijos y parientes. Porque
quizá este yndio ua a murir como se an muerto y hundirse, quedar manco,
tullido, que ya no le a de uer su muger
/ taki /