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P[adres]
y por cazalle depocita a la cocina y prueua o a caza del fiscal o del sacristán o
al alcalde.
Y ancí le casa de fuerza. Y ancí andan descasados y no cirue a Dios. Luego
se lo dize la dicha yndia que le forzó el padre. Y ancí, después de estado casado, ya no quiere hazer uida con ella porque le forzó el padre. Y ancí no
cirue a Dios y andan en pecado mortal. Y no ay rremedio en este rreyno.
Que los dichos padres y curas que en tienpo de la conquista para hazer
cristianos a los yndios y bautizalles, lo metía como carneros y algunos rrecibió
el bautismo de agua. Y del santo olio y crisma no le dieron por descuydo del
padre y de los mismos yndios.
Y algunos en este tienpo lo esconden a los niños en las estancias de sus
ganados y en las quebradas por muchas cosas y se muere cin bautismo o lo
mata y lo ahoga. Algunos lo entierra bibo o lo echa al rrío bibo a culpa de los
saserdotes dotrinantes.
El primero, por tener miedo del padre porque le a de trasquilar y afrentar.
El segundo, tienen miedo porque el padre les encierra en sus casas y le fuerza
y le haze texer rropa, pauellones y sobrecamas con muchos asotes cin dalle
de comer. El terzero, por no tener plata para penar y bautismo. El quarto,
tiene miedo de que el padre le a de desterralle a sus amigas y allí le muele
de trauajos. Y temen de que an de salir de su casa y pueblo y padre y madre
y de que le a de castigar a su padre y madre y otras molestias y males que
an de rrecibir. Por esto dexan de bautizalle1.
Y en ello la culpa no es de los yndios, cino de los padres y de becitador.
Con el temor no se confiesa ni se bautiza ni se puede hazerse cristiano. Huyen
de ellos los dichos pobres pecadores.
Y ancí no multiplica y se acaua y se acauará los yndios en este rreyno.
Que los dichos padres de las dotrinas enpiden la obedencia y acatamiento
y umildad y ubedencia que tenía los yndios deste rreyno, que obedecía a su
padre y a su madre y a los biejos y caciques prencipales, que se umillaua
y le besaua las manos los hombres co[n] mugeres.
Y ací todos cada mañana acudía y las tardes con su leña y paxa a los prencipales y se ajuntaua todos en la plaza pública2 a almorzar, comer, merendar,
senar, esta buena y santa obra de mi misericordia que no la tiene en toda
cristiandad del mundo. Porque chicos como grandes, forasteros, pobres, güérfanos, enfermos acudían a comer, todos comen. Y ací se le a quitado los
dichos padres y corregidores. Desto merese muy grandes castigos los dichos
padres porque le faborese el padre. Se hazen yanaconas y muchachos holgazanes, ladrones en este rreyno los yndios.
/ yanakuna /
Durante la campaña de la “extirpación de idolatrías”, que empezó decididamente en 1610, se descubrió que algunos niños no se bautizaban ni se enumeraban en el padrón de los tributarios, ya que eran dedicados desde su nacimiento al culto de sus santuarios andinos. Véase Duviols, 1971 [Bib].
Véanse GP, p. 58, nota 2 y el índice etnológico.