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VICETADOR [sic]
rronda y fornica y hurta quanta ay. Acimismo el becitador de noche
meten las solteras. La buena becita no tiene que hazer más, cino castigar al
culpado padre. Y dize los malos padres: “¡O que mal becitador!” No quieren
que le becite todos los daños. Luego el padre le pone capítulos al becitador
y le escriue a su señoría mil mentiras porque le deje con sus bellaquerías y
se es acohechado, se huelga: “¡O qué buen becitador onrrado deste rreyno
que no castiga a los malos padres!”
Y ací te digo, becitador honrrado cristiano, no temáys a nadie del mundo,
cino teme a Dios y mira que ay cielo para el buen jues y rnira qu[e] ay infierno para el mal jues. Y ací teme a la justicia y a su Santidad y a su Magestad y a buestro perlado y faborese a los pobres. Esto es buena becita en el
mundo en este rreyno.
Que nengún saserdote ni jue[s] egleciástico no puede hazer justicia ni
castigar ni mandallo ni consentillo ni quitar hacienda alguna ni afrentar, cino
que el uecitador a de hazello pagar y rrestituyr. Esto no con castigo, cino con
amor y caridad porque Dios comensó a ser primer saserdote y luego dexó a
sus apóstoles y dicípulos y a los sanctos. Éstos nunca hacía justicia, cino con
amor y caridad lo uenció.
Y ací los saserdotes no puede castigar ni prender cino fuere entre ellos,
tenelle preso por penitencia al saserdote y al seglar en la cárzel de Dios. Ci un
saserdote castiga o lo aporrea o que lo mande o que se quexe a la justicia,
por su causa lo castiga y se muere, queda en rregular descomulgado, que sólo
el papa lo puede apsoluer.
Y ací como e uisto que un becitador castigó en el rrollo a un yndio mandón porque no le dio mitayo, güebos para su cocina; se murió este yndio
súpitamente. A otra yndia otro uecitador mandó castigar por amansebada y
estaua preñada y mouió y se murió. Destas muertes me parese que queda en
rregular y descomulgado.
Y uide a un padre dotrinante tener preso en la pila con una corma serrado.
Con el frío y enfermedad que allí tomó dos semanas questubo, se murió pasmado el pobre del yndio. Este padre, de ser muy soberbioso ajuntando a las
donzellas, no se para. Que se ausentó una donzella de edad de doze años y le
bolbió a su casa y le castigo y cí murió. Y no le castigo con su mano, cino su
fiscal le dio muy muchos asotes que quedó muerta.
Tanta culpa tiene el quien lo mandó y mucho más que el quien la dio, que
los dos meresen castigo y queda en rregular descomulgado. Que en este rreyno los saserdotes son muy libres, que dize al alcalde
/ mitayu /