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IN[DI]OS
don Martín de Ayala en el seruicio de su Magestad en la rreuelación de don
Diego de Almagro y en la rreuelación de Gonzalo Pizaro, seruiendo a su Magestad, ayudando al capitán don Luys de Áualos de Ayala1. Y después seruió
otra ues en la rreuelación de Francisco Hernandes Girón y lo destruyyó por
donde le prendieron los yndios de Xauxa.
Y después quando le nombró por capitán de Bilca Pampa don Francisco
de Toledo, bizorrey, y lo sacó al Ynga Topa Amaro, ganó merced de armas
y salario. Y después confirmó el señor bizorrey don García, marqués, y don
Luys de Uelasco. Y demás desto de tener derecho como señor natural y segunda persona de la magestad del Ynga y agora de su Magestad deste rreyno.
Y ancí trayendo autoridad no se llegauan los pobres ne querían hazer daño
a los pobres en mi presencia, como se haze cienpre. Como no me conosen y
me uen pobre, en mi presencia quita sus haziendas y mugeres y hijas con
poco temor de Dios y de la justicia. Digo cierto, contando de mi pobresa,
metiéndome como pobre entre tantos animales que come pobres, me comía
tanbién a mí como a ellos2.
Para dar fe desto, conbenía escriuir cómo sentenciador de ojos y a uista
como cómo se a prociguido primero de mí. Que para ello me hize pobre,
metiéndome en los demás pobres, que ací conbenía para este efeto, de cómo
se saue que al pobre menosprecia los rricos y los soberbiosos sobre ellos,
pareciéndole que adonde está el pobre no está aý Dios y la justicia. Pues
a de sauerse claramente con la fe que adonde está el pobre está el mismo
Jesucristo; adonde está Dios, está la justicia.
Y ancí, cristianos, no lo menosprecies a los pobres de Jesucristo porque
ueáys como lo preciguís a los pobrecillos. Y para que conste la uerdad, contaré la pobresa que paso en mi persona y trauajos y desuenturas.
¿Qué me hará de los yndios pucilánimos, encapases, tontos, cin juycio, que
los españoles son rrobadores de sus haziendas y de sus pueblos y términos
y, fuera desto, de sus pociciones y de sus mugeres y hijos y hijas que le dio
Dios y se hallan apurados, cargándole como a caballo? Por otra parte le haze
esclabo; adonde le llama tributario es claramente decille esclabo. Y ací no
multiplica ni puede multiplicar y esta carga se
Sobre Ávalos de Ayala, véanse pp. 16, 750 y notas.
Véanse las notas de las pp. 767 y 918.