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ESPAÑOLES
Lo que ymaginan los cristianos españoles teniendo muchos hijos1: Procuran,
ymaginan todo en plata, oro y tener rriquiesas y están de día y de noche pensando marido y muger.
Dize el marido a la muger: “Señora, no sauey nada; que cienpre estoy pensando
que todos nuestros hijos entren al estudio, que poco o mucho que sepa
la letra a de ser saserdote.”
Responde la muger: “¡Qué bien dicho y pensado, señor mío de mis ojos!
Pues que Dios nos a dado tantos hijos para ganar plata y ser rrico, el hijo
llamado Yaquito sea cleriguito, y Francisquillo tanbién. Porque ganarán plata
y nos enbiará yndios, yndias a seruirnos. Y demás desto, mucho rregalo de
perdís y gallinas, güebos, fruta, maýs, papas hasta las yeruas que comen los
yndios. Y nos enbiará chenitas y muchachitos, yndias depocitadas. Pues, señor,
¿no será bueno que Alocilo sea flayre agustino, y Martinillo, dominico, Gonzalico, merzenario? ¡O mi Dios, que biene tal al justo que nos a de rregalar
mucho estos hijos!”
“Señora, ¿no será bueno que Alocito fuera flayri franciscano, y Martinillo
fuera de la Conpañía de Jesús?”
“No, señor, que es esa horden que no se acuerda de su padre y madre y son
pobres hórdenes y se hazen santos y no ganan plata ni tendrá qué darnos.”
Responde los hijos: “Padre, madre mía, mejor era seruir a Dios cazado
y tener hijos y alzar una barreta y trauajar que no rrobar a los pobres de los
yndios con poco temor de Dios. Bueno era ya que fuera saserdote, fuera flayre
franciscano.”
“Calla, hijos, que no sauéys nada. Soys tontillo. Que muchos saserdotes
enrrequiesen a su padre y madre y a sus ermanos. Y ellos están rricos de plata, de oro [ma]ciso. Con más de cinqüenta mil pesos se uan a Castilla, que lo
e uisto a uista de ojos. Y ací otros muchos están en la dotrina y tienen hijos
mesticillos y mesticillas y esos niños tu madre les criará; estando grandes,
seruirán en casa. Más uale eso que no conprar negros que cirua en casa. Y
ací no andéys rrumiando, cino que aués de ser dotrinante y rrico y aués de
uerbos con mucho tesoro.”
“Señor, el saserdote puede ser rrico. Yo e oýdo que el primer saserdote
fue Jesucristo y fue el más pobre. Y luego sus apóstoles San Pedro fue muy
pobre y la pobresa que tenía lo dexó todo y ciguió a Jesucristo como no fueron
rricos.”
“¿No [o]s digo que calléys?, tontillos, que no sauey nada. Uení acá, ci agora
el obispo lo quitase y lo aplicase a la yglecia y tomase qüenta del salario y de
las misas y ofrendas y todo lo aplicase para la yglecia y para los mismos
pueblos. Sería malo como lo hazen los frayres y [continúa en la página
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* Que a los dichos españoles ni a otras personas no le haga soldado ni no se
le pague del rre[y] nuestro señor y pierda la hacien[da] rreal de su Magestad.
Que sea de edad de treynta o quarenta años o cinqüenta; desta treynta, muy
bien enpleado al seruicio de Dios nuestro señor y de su corona rreal en el
mundo en este tierra.
Este diálogo es uno de los ejemplos más mordaces de la sátira antiespañola y anticlerical de Guaman Poma.